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jueves, 12 de septiembre de 2024

Hombre de campo

Este es un homenaje para los hombres que tuvieron que ahogar sus tristezas en los lugares que estaban permitidos, cuando ir a terapia no era bien recibido, pero emborracharse hasta morir era aplaudido. 

Hubo un tiempo en que los hombres no tenían oportunidad de hablar de sus sentimientos, cualquier cosa emocionalmente abrumadora que sucediera debía guardarse en el fondo de su corazón, sin hablar, sin llorar. Mejor trabajar desde pequeño, mejor ir a la milpa a recoger la cosecha. Maíz, frijol y haba de preferencia, y después de un gran día de trabajo la mejor recompensa era un guaje lleno de aguamiel, o tal vez dos. Al final del día la mente está tan adormecida que se puede olvidar la muerte prematura de unos padres amorosos. El campo, aunque ofrece una vida sin tanto ruido comparada con la ciudad, exige desarrollar un instinto de supervivencia. La tristeza no fue una opción. 

Y entre el maíz y el pulque los años pasaron, el niño se hizo joven, el joven se hizo hombre. Con hábitos bien formados, responsable para trabajar, puntual para tomar. Cada día pasaba a la pulquería, la mejor del pueblo, la mitad del sueldo para la casa, la mitad para el cantinero. Hasta que un buen día, llegó alguien a su vida. Mujer indígena de ojos pequeños, trenzas grandes y falda hasta el suelo. Lo miraba cada día llegando de trabajar. Ella se enamoró de él, él notó la belleza de la chica. Lo motivó a dejar su vicio por un tiempo. Comenzaron las charlas, caminaban juntos a sus casas, luego salidas por helados, citas en el mercado. Una cosa llevó a otra y pronto pidió su mano. Un año para ahorrar, la ilusión de formar una familia encendía el corazón del pastor, porque cabe mencionar que el hombre iba tan en serio que comenzó a criar borregos. La primera vez que fue feliz después de que sus padres murieron.  

Pero para un buen matrimonio no basta con enamorarse, no importa cuanto se haya ahorrado o cuan grande haya sido la boda en el pueblo. Se necesita comunicación, inteligencia emocional, compromiso, amor. Cosas que este hombre no pudo cultivar. Cuando era pequeño deseo con todas sus fuerzas tener una familia, cuando fue grande su deseo se cumplió pero no estaba preparado para recibir lo que pidió. El hombre murió joven, pero antes de morir, sus borregos perdió, su esposa se fue y lo único que se quedó fue el preciado pulque, dejó de trabajar, pronto se convirtió en un vagabundo, la muerte de sus padres fue la semilla de la infancia que germinó en una profunda oscuridad, un abismo que lo separó de su esposa y sus hijos, le dio pretextos para beber en exceso, hizo que las discusiones en casa se volvieran recurrentes y lo dejó en la calle por falta de herramientas para hablar sobre el tema. No fue su culpa, solo no le enseñaron, no aprendió a amar, solo a trabajar, donde quiera que esté, que el hombre del campo encuentre paz en sus milpas. 



domingo, 10 de marzo de 2024

Abuelito

No tengo miedo a morir, tengo miedo a olvidar, como aquella primera vez que me dieron dinero a escondidas, cómo me gustaría haber hecho la misma maniobra para él, y que con el dinero pudiera comprarse lo que él más quisiera. Si lo olvido pierdo el camino, si sigo sus pasos seré anticuado. Buscando el equilibrio trato de pensar, que este mundo ya no lo merecía. Un alma tan pura al menos en su vejez, no soportaría la corrupción de esta época. Con mucho esfuerzo trato de mantener la cordura, sin su guía me cuesta trabajo, sin su presencia me duele la vida. Con sus oficios varios sació el hambre de su familia, con sus pasos cansados y sonrisa suave dio años de vida a sus ni loetos. Si un genio, en una lámpara barata saliera y pudiera darme un deseo, escuchar su silbido de nuevo, verlo a los ojos y pedirle un abrazo, contarle mi vida y pedirle un consejo. Enseñarle mis tatuajes y dormir a su lado de nuevo, solo eso pediría.


           

Hombre de campo

Este es un homenaje para los hombres que tuvieron que ahogar sus tristezas en los lugares que estaban permitidos, cuando ir a terapia no era...

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Me apasiona escribir y compartir mis emociones y pensamientos con los demás, pienso que eso enriquece mi propio aprendizaje, soy alguien con una mente curiosa y tenaz.