Llegamos a Yucatán, hacía un calor infernal, después de todo los osos somos de clima fresco. Nos dirigimos a un pueblo inmerso en la selva donde el líder nos recibió con mucha comida y mucho xtabentún, un licor típico de Yucatán, pero Armel y yo solo bebimos un poco para no despreciar la cortesía.
En ocasiones la maldad no viene del infierno, de un extraterrestre o de un evento sobrenatural, la mayoría de las veces viene de los corazones de los hombres, de su ambición, de sus ansias de poder y de su ausencia de conexión con la tierra. Llegamos ahí por un amigo de mi maestro quien alarmado con las desapariciones repentinas en el pueblo lo contactó para investigar. Nos dijo que la gente del pueblo asegura que es por los aluxes que protegen el lugar. Los aluxes son, para el maya en el sureste de México y en ciertos lugares de Belice y Guatemala, el equivalente del elfo, el duende germánico, y como él se dedica a robar objetos brillantes, dulces o tabaco incluso ganado y a hacer todo tipo de travesuras.
Ya en el pueblo mi maestro se reunió a solas con el líder de la comunidad, estuvieron charlando por horas hasta el anochecer. Cuando terminaron Armel me contó que desde hace unos meses un grupo de empresarios los han presionado para mover la ubicación del pueblo debido a que desean construir un complejo turístico en esa zona, pero las negociaciones han sido muy tensas porque los miembros del pueblo no quieren ceder. Planeamos ir a la capital para investigar más sobre el caso.
Al día siguiente ya en la capital nos entrevistamos con los "dichosos" empresarios quienes le confesaron que han corrido los rumores dentro del pueblo de que los aluxes han provocado los disturbios y las desapariciones para que se vayan de ahí, "no es nada personal, solo son negocios, tu vienes de la ciudad, deberías entenderlo" eso fue lo que le dijeron a mi maestro en su entrevista, tiene un gran don de palabra y persuasión, no entiendo cómo pudo sacar esa información de ellos pero él es así, lo que se propone lo cumple. Como les platiqué anteriormente la maldad también habita en los corazones de los hombres.
"No hay misterio que resolver, deben hacer una ofrenda a los guardianes de la selva, trasladarse a otra ubicación y seguir respetando la naturaleza" Fueron las palabras de mi maestro al pueblo. No les mencionamos quienes eran los responsables de las desapariciones para evitar un conflicto mayor. Armel me contó que el día que fuimos a cantarle a la selva los guardianes le dijeron quienes eran los responsables de todo, lo único que hicimos al preguntar al líder de la comunidad y a los empresarios fue confirmar el alcance de la maldad en los hombres. Ayudamos al pueblo a trasladarse, sugerimos que hicieran una fiesta y que dieran regalos y juguetes a los aluxes, ya que ellos solo eran culpables de cuidar de su gente así como de la naturaleza a su alrededor.
Permanecimos en Yucatán por un mes, en ese tiempo nos dimos cuenta que las desapariciones en el pueblo cesaron, por otra parte, los encargados de la construcción del complejo turístico desistieron del proyecto por razones "paranormales". Sin más detalles Armel me dio un consejo "atentar contra la naturaleza trae consecuencias, no olvides que un huracán tiene más fuerza que cualquier maquina creada por el hombre, respétala y ella cuidara de ti".

