Ese momento que no tiene tiempo, que duerme bajo un puente y que tiene ganas de desaparecer en el parpadeo siguiente, guárdamelo para navidad. El momento antes de brindar, la lágrima que aún no sale pero está lista para deslizar por tus mejillas al ver la silla vacía del amor de tu vida. Por favor no huyas de la tristeza, que perdure en ti la conciencia suficiente para procesar el sentimiento que te invade y convertirlo en algo hermoso como el coraje para el día a día o simplemente para no colgarse. Son esos momentos los que quiero. Solo los que recuerdas con claridad aunque creas que son los que más te hirieron. El día que murió el abuelo, la abuela, tu madre o tu pareja, el momento que ocurrió justo antes de ver partir a tu primer amor. El escalofrío de una noche oscura en un barrio peligroso. El dolor muscular después de tus brazos reventar. Se vuelven colores en el cuerpo, momentos que recorren tus entrañas de distinta forma, dependiendo de la profundidad, tono, color y movimiento. Pero todos recuerdos y señales que tu cuerpo puede interpretar. Tu perfume favorito, los mejores labios que te han besado o el café calientito para recordar que la semana ha comenzado. Que tal el concierto del fin de semana que te hizo gritar como un desquiciado.
Pisa con calma esta tierra, embriágate de amor con las cosas pequeñas, aspira flores, busca una mariposa y háblale aunque parezca que no hablan el mismo idioma. Si la justicia depende de la belleza, reza por las hormigas e insectos, los más feos, los que no te gusten e investiga por qué existen. Atrévete a verlos con una visión diferente y después de ese ejercicio, hazlo con tus sentimientos, los más feos, los que no te gusten e investiga por qué existen, si la mariposa antes fue oruga, si la oruga antes fue larva entonces la muerte trae consigo una vida más liviana, el paso de la evolución en tu interior convierte larvas en mariposas y lo peor en lo mejor.
Cuéntame el momento más triste de tu vida, el más seco, el más hambriento, el más vacío. Cuéntame por qué quieres seguir vivo. Verás que al transformar la idea en palabras no duele tanto, no vale tanto. Sé valiente, llora cuando lo creas prudente. No hay hombres y mujeres feos solo con bajo presupuesto, no hay corazones y emociones feas, solo mentes con bajo entendimiento.


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