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lunes, 19 de abril de 2021

Nuestra niñez mexicana.

Recientemente se ha puesto de moda cancelar caricaturas y todo aquello que parezca ofensivo para las nuevas generaciones. Recuerdo que en mis tiempos las caricaturas solían ser mas agresivas y sangrientas, donde podías ver sangre en batallas o accidentes, ratones de laboratorio intentando conquistar el mundo o tres palomas citadinas imitando a la mafia siciliana. Ahora, siendo adultos nos damos la libertad de opinar sobre una generación que no jugó en las calles, que no se mojaba los sábados de gloria o pasaba horas con sus amigos de la cuadra jugando pelota. Esta generación que parece no ser capaz de tolerar la forma rudimentaria en la que nosotros fuimos educados. Esto habla mas de nosotros que de ellos; cuando siendo jóvenes gritábamos al mundo que nadie nos entendía, todos buscando nuestra identidad con una voluntad admirable que atacaba el sistema opresor desde distintas áreas. Muchas de esas personas actualmente ya tienen hijos o lidian con un matrimonio, han dejado aquello que no pudieron cambiar dentro de un baúl enterrado en el corazón. Estoy seguro que si te acercas a la música que escuchabas en ese entonces encontrarás el baúl del que hablo. Hoy, desde esta adultez que supone cierta autoridad para emitir juicios, tenemos la oportunidad de ser como nuestros padres y las generaciones anteriores, aquellas que crecieron sin tecnología, las que tuvieron una mano severa en su educación, esas generaciones que no aprendieron a dar ni recibir afecto, para quienes nosotros somos la generación frágil. Ellos también criticaron nuestra música, nuestros peinados y nuestra ropa; nos encontramos del otro lado, ¿Seguiremos con la tradicional cancelación a la actual "generación de cristal"?

Los niños de hoy son capaces de convivir con sus semejantes, en un tiempo donde el autismo es mas común que antes, niños con capacidades distintas logran convivir con los demás y no recibir el bullying que a nuestra edad se recibía a veces solo por nuestro color de piel o la mínima sospecha de ser diferente al resto. Quien tenga hijos o sobrinos puede entender, en ocasiones observarlos jugar, sea cual sea el juego, nos hace pensar en el tipo de mundo que estamos dejando, qué normas de comportamiento estamos sembrando en sus corazones. Porque a decir verdad cuando se trata de un niño o niña que te importa el discurso cambia por completo. Te gustaría que ni el polvo lo tocara, que no viera la violencia real en las noticias, que permaneciera en una burbuja feliz. La verdad es que el cambio comienza en nosotros como adultos funcionales y miembros activos de la sociedad. Supone un esfuerzo enorme, cuestionarnos por qué nos molesta que los más jóvenes expresen sus inquietudes, si nos ponemos a pensar un poco, estamos dentro de un círculo generacional que critica aquello que no fue como en sus tiempos. El primer paso para un cambio es reconocer la actitud vieja. Hoy no hay ratones en caricatura que quieran conquistar el mundo, solo animaciones de conejos que han sufrido por las pruebas que se hacen en ellos para comprobar si los productos de belleza son amigables con los humanos. Dime ahora si no necesitamos un cambio en nuestros pensamientos. Las cancelaciones de aquello que promueva una agresión a la naturaleza o a la sana convivencia seguirán ocurriendo, dando forma poco a poco a una sociedad realmente amigable, unida, más como aquello que soñamos. Podemos sentirnos alejados de esos ideales siempre que recibamos los cambios con renuencia y negatividad.

Sugiero que seamos los adultos que quisimos tener a nuestro lado cuando pequeños, aquellos que apoyaran nuestras locuras y no censuraran nuestra vida sin siquiera esperar nuestra opinión sobre el mundo que nos rodea. Después de todo la vida es un constante cambio y a esos niños les tocara ser viejos algún día y recordarán nuestras palabras. ¿Cómo te gustaría que los niños de ahora te recuerden en un futuro? ¿Cuáles son los mejores recuerdos de tus adultos favoritos?











3 comentarios:

  1. A mi punto de vista, es cierto que la educación del individuo, se gobierna por las situaciones que rodean su entorno. Pos supuesto que influye mucho el tipo de programas que se ven, la música que se escucha, pero también influye mucho el hecho de tomar como ejemplos las situaciones empíricas por las que uno tuvo que pasar para salir adelante, tener empatia, diferenciar entre lo bueno y lo malo, tener interés en mejorar todo en lugar de alimentar el egoísmo. No soy experta en los temas de la sensura, pero si me parece bueno el que se ponga en claro que es lo que se supone no es bueno para todos en general.

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  2. Me quedo con esta frase “Sugiero que seamos los adultos que quisimos tener a nuestro lado cuando pequeños”
    Me hizo recordar una frase de mi mamá : “yo apoyo tus loqueras porque a mi tu abuelo me prohibía todo”

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    1. Ese es un buen ejemplo de romper el ciclo. Aplausos y saludos para tu mamá.

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Este es un homenaje para los hombres que tuvieron que ahogar sus tristezas en los lugares que estaban permitidos, cuando ir a terapia no era...

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