Si estás cansada de luchar, si sientes que no puedes continuar, ven aquí, siéntate conmigo un ratito, yo te voy a apapachar.
Te puedo prestar mi hombro, para que descanses en él, para que puedas soñar un poco y recuperar tus fuerzas, te presto mis piernas, para que las uses como almohada, puedes dormir el tiempo que quieras, te presto mis manos, para hacerte cafuné y tus pensamientos se calmen, o puedo hacerte un rico masaje para eliminar las tensiones que has acumulado en tu cuerpo. Si necesitas hablar cuéntame, seré un buen amigo y te escucharé, te daré un consejo si me lo pides o solo te abrazaré si es necesario, para dar consuelo a tu corazón cansado.
Si hoy estás fastidiada del mundo, no salgas, hazte bolita en tu cama y yo te contaré un cuento, una historia de amor o una novela de suspenso, puedes detenerte a respirar cuando tú lo sientas necesario pero, amor mío solo una cosa te pido, por favor no te rindas, aún hay camino por recorrer y personas por inspirar, aún queda tanto por aprender y sueños por hacer, vamos a acampar, vamos a nadar.
Bebe tu café sin prisa, disfruta su aroma, puedes comer despacio, hoy no hay hora de entrada o salida, respira y si quieres vuelve a dormir, olvida la cena, los perros y el jardín, incluso si no quieres bañarte, yo estaré aquí.
Toma mi mano y si lo necesitas, llora, que tú tristeza salga de todo tu cuerpo, baila, para que no se guarde nada en ningún rincon, canta, con el dolor de la herida de tu corazón y así, cada día, poco a poquito, sana, a tu ritmo. Con el tiempo volverás a reír, conquistarás el mundo como lo has hecho, ninguna montaña ha sido más grande que tus sueños. Pero por ahora recupérate con mis besos.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Inserte su frase favorita: