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lunes, 31 de agosto de 2020

Competir o colaborar.

Pienso que los marcianos no nos han contactado aún porque saben lo intolerantes que podemos llegar a ser. Depende del tema correcto y las personas idóneas para armar tormentas en caballitos de tequila. Fútbol, política, lucha libre, en fin. Conectando ideas en mi mente, pensé lo siguiente, que tal si solo hay un exceso de energía acumulada por los hábitos alimenticios que tenemos en el país y dicha energía exige liberación, cierto o no, cualquier ejercicio físico es el elemento medular para crear el cuerpo que deseamos y la mente que necesitamos.

Una mente en calma toma mejores decisiones, resulta útil en cualquier momento, desde finanzas personales a estrategias laborales complejas, casi tan complejas como trabajar en equipo. Recuerdo que en la universidad competía con algunos compañeros de clase por puntos extra al contestar primero y de forma correcta la solución de algún problema. En esa época se complicaban los trabajos en equipo. Había de todo excepto paciencia, lo difícil en realidad era colaborar cuando tus ideales y tu punto de vista estaban por encima de aquello que es humano, como la calificación de una materia que depende del trabajo final para el que participaron menos personas de las que aparecen en la portada, situaciones que en ocasiones se trasladan a la oficina, eso dicen. Entonces, la cultura del trabajo en equipo no comienza en la universidad, comienza en casa. Nuestros hermanos pueden ser tan distintos a nosotros que a veces es fácil lograr convencerlos de una adopción ficticia. En esa diversidad nace nuestra paciencia, tolerancia, comprensión, empatía por los demás. Aunque me gustaría decir que nací con una comprensión infinita hacia mis hermanos, la realidad fue que aprendimos juntos a conocernos, fue difícil el proceso pero sublime el resultado. A veces una frase o una sonrisa basta para cambiar el ánimo de alguien por lo que sugiero que cultivemos un vocabulario amoroso, florido y relaciones sanas aún cuando solo la distancia lo permita, aplica para trabajo, pareja y familia.

En casa como en la vida, la colaboración es casi tan importante como respirar, piensa un poco el origen de tus alimentos, observa por un momento tu habitación, cada pared, accesorio y electrodoméstico ahí fue diseñado por alguien que fue escuchado y pudo compartir su descubrimiento con la humanidad. Sin colaboración, podrías descubrir energía eléctrica, infinita, libre y gratis pero nadie se beneficiaría de ello.

En mi opinión, la competencia es buena cuando nos divertimos, recuerda que el rival mas importante a vencer somos nosotros mismos. El trabajo en equipo, por otra parte, ha sido fundamental para preservar nuestra especie, por lo que la colaboración no es buena, sino necesaria.

lunes, 24 de agosto de 2020

Amar

Deseo con el corazón que ames incansablemente, que te desveles pensando en ella o él, que los colores sean más vívidos cuando estés a su lado, que tu corazón revolotee de felicidad. De nada vale temer al sufrimiento de la ruptura que no sucede y aflora por experiencias pasadas. Ama intensamente, ama con locura, hazlo. Te invito a recorrer el sendero con  mas emociones en su camino que ningún otro. Podrás terminar en mil pedazos y tal vez te cueste armarte de nuevo por eso elige bien a quién amar porque al final, ¿A qué venimos a este mundo si no a disfrutar la peda y reflexionar en la barbacoa? 

Ya en casa y lamentando algunos errores del yo ebrio, por lo regular nos queda una lección como evitar combinar licores o que es desagradable recibir una llamada a las 2:00 de la mañana, en fin. En una resaca de amor, valga el término, he llegado a pensar que estamos aquí para experimentar tantas formas de amar como nos permitamos, desde la euforia, hasta el dolor, ansiedad, alegría o paz, también perdón, todos matices donde un polo representa el Amor, la certeza, la entrega y el otro polo, el temor, la duda e indiferencia; con esto en mente pensemos que si decido amar a alguien debo considerar hasta qué punto compartirme porque la misma tolerancia y aceptación que tenga hacia mi pareja será la que deba recibir, es imposible estar felices 24/7 pero si es posible comunicar mis sentimientos y emociones, en teoría. 

En algún momento de mi vida, dejé de escuchar a la persona que amaba, recuperé el interés cuando ella se marchó. Ahora de esa experiencia conservo la lección, el amor puede ser como las flores, los hay de todos tipos, como un cactus, que florece en ciertas condiciones, la rosa, hermosa y peligrosa si no sabes tratarla. Así podríamos buscar una analogía en cada flor, en cada mujer, en cada ser, solo hay que observar para entender cómo disfruta cada quien del amor. 






Hombre de campo

Este es un homenaje para los hombres que tuvieron que ahogar sus tristezas en los lugares que estaban permitidos, cuando ir a terapia no era...

Acerca de mí

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Me apasiona escribir y compartir mis emociones y pensamientos con los demás, pienso que eso enriquece mi propio aprendizaje, soy alguien con una mente curiosa y tenaz.