Coatlicue es la madre de todos los dioses del panteón azteca y una forma de la diosa de la tierra. Con lo que está sucediendo en el Amazonas y en general con los incendios forestales alrededor del mundo, siento apropiado rendirle un hermoso homenaje.
No es si no a través de la madre que llegas a Dios, parece bizarro porque nos han adoctrinado para creer que Dios es hombre y que solo a través del hombre llegas a Dios, pero de ser así, el hombre tendría el privilegio de llevar en su interior a otro ser vivo (aportar espermatozoide no es lo mismo, hablamos de 9 meses de gestación, hay hombres que con una gripe sienten la muerte). Por tanto vamos dándole el lugar sagrado que merece a cada aspecto femenino de la creación. Empezando por las mujeres. Todas sin excepción lo merecen, repito, todas sin excepción lo merecen. Siempre es buena hora para empezar a admirar a una mujer, ya sea por logros académicos o deportivos, hay muchas grandes representantes de ese inmenso amor por la vida. La Madre Teresa, Yalitza Aparicio, Soraya Jiménez, Sor Juana. Algo más cercano puede ser tu propia mamá, tu hermana mayor o tú misma si es el caso. El objetivo es tener presente que de la tierra nacemos y a la tierra vamos, ¿Por qué no agradecerle en vida la oportunidad de adquirir experiencias durante el pequeño lapso de nuestra existencia? Seguro hay en tu memoria algún momento de euforia por cual agradecer. Busca en tu interior.
Agradece si hoy has llorado, si has reído, si te has peleado, incluso si sientes que no debes agradecer a nadie porque todo lo que tienes lo has hecho con tu propia voluntad, en ese caso agradécete a ti mismo porque quiere decir que la Diosa Madre ya habita en ti como en los árboles de Cultura Profética.

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