Identidad

La identidad en términos generales se define como un conjunto de rasgos que ayudan a diferenciar a una persona dentro de un grupo de personas, osea, usamos lo que nos gusta y en el camino encontramos a personas que tienen gustos similares, así como aquellos que difieren de nosotros. 

¿Qué hay en mi identidad lo suficientemente fuerte como para iniciar una discusión? Como ejemplo tomo a nuestros hermanos de Argentina, en su identidad vive el futbol por lo que hasta en su estilo de hablar existen referencias incontables sobre un partido de fut y la vida misma. En México se trata de dominio, que se plasma en albures. Buscamos estar al mando, ser nosotros antes que nuestro rival el primero que ataque, el que diga, el que parta, el que alburee. No me meteré mucho en historia pero eramos un pueblo conquistador hasta que fue conquistado. De esas vueltas que la vida da para entender el panorama completo de una situación viviendo ambos lados de una misma moneda. Con esto no quiero decir que nuestras ansias de dominar sean malas, de ser así no tendríamos campeones mundiales en la disciplina que se te ocurra. Tae Kwon Do, 400 mts. planos, batallas de rap, box, es más, sin este espíritu chingon con el que nacen los mexicanos, la canción de la carencia no tendría sentido. 

Si el dominio es parte de la identidad del país y necesario al momento de sacar la casta por los nuestros, ¿En qué punto este dominio se distorsiona al grado de volverse radical? feminicidios, machismo, feminismo, política de izquierda, de derecha, el América, las Chivas...

En la enfermedad está la cura, el equilibrio. Nuestros ancestros conquistaron, luego nuestros abuelos fueron conquistados. Ahora nosotros tenemos una visión mas amplia de ello. Yo por ejemplo, decido canalizar esa energía de dominio para levantarme temprano porque me cuesta mucho hacerlo, también acepto ser conquistado por la belleza de alguna flor durante el día (parece raro, pero busco estar en contacto con la naturaleza por lo menos una vez al día) de esta forma coexisto con ambas energías dentro de mí. Yo elijo buscar equilibrio, acepto mi capacidad para dominar y mi capacidad para ceder, que dicho sea de paso no significa perder, sino apreciar sin ego la belleza de ser.