Eres una ingrata, te vas cuando quieres pero vienes a mí solo cuando buscas amor. Y yo, con el corazón roto, con las migajas que me das me conformo. Estúpido corazón que no sabe vivir sin ti, acepta lo poco que le das. Alquimista de caricias, vuelvo oro tu miserable atención.
A veces pienso que nunca debí conocerte, que mi vida sería más sencilla y simple, que podría dormir mejor en las noches sin preocuparme por ti. Soy como un esclavo. Me pregunto si te importan mis sentimientos, si en tu cinismo e independencia piensas en mí. Si cuando haces tus fechorías pasa por tu mente el dolor que causas.
¿Para qué me engaño? ya no quiero estar lejos de ti, a pesar de todo lo que haces no puedo enojarme contigo. La verdad es que aún en tus peores arranques sé que mi vida no tendría sentido sin ti en ella. Tu mirada de gratitud llena mi ser, trabajo para ti y tu cariño me levanta el ánimo. Deseo que pases el resto de tu vida a mi lado y deseo ser el mejor protector que hayas tenido. La verdad es que a tu lado puedo ser yo mismo y las lunas se disfrutan mejor cerca tuyo y lejos del abismo.
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