Agua

Alguna vez escuché decir que el mar era la sangre del planeta, a través de él fluían los nutrientes que sostienen a la tierra, conforman la mayor parte del territorio, así como la sangre, aún guarda secretos para el hombre.

También posee la fuerza suficiente para destruir ciudades e islas, convertir la tierra en arena y dar vida a millones de organismos. Actualmente se ha planteado a través de avances tecnológicos, convertir el agua del mar en agua potable y bebible. Se plantean soluciones para aprovechar todo ese cuerpo de agua, pero no se contempla un cambio en la forma de consumir, deforestar, contaminar menos y cuidar más. Planear mejor nuestra reproducción como especie y educar a los más pequeños son soluciones efectivas a largo plazo. Se consideran tantas opciones para crear nuevos productos aparentemente amigables con el medio ambiente, pero que se siguen creando en fábricas transnacionales. Empresas de refrescos acabando con el agua en pro del consumo pero con un empaque biodegradable para aparentar. Se ataca el aspecto superficial del origen del problema.

Sueño con tener mi propio huerto, uno que incluya verduras y frutas por igual, con una fuente de energía renovable, tal vez solar, o eólica, internet gratis, mejor aún, una comunicación directa con las plantas y los árboles. Un mar limpio y paz entre especies. A través de las múltiples cancelaciones de caricaturas viejas y patrones de conducta arcaicos se va modelando el futuro de la sociedad, podrían llamar débiles a los más jóvenes pero el futuro es de ellos y espero que con ellos mi vejez sea como la estoy soñando.

El agua tiene características cuánticas, se ha descubierto que guarda la memoria y la conciencia de todo aquello que entra en contacto con ella. Se ha logrado comprobar que los pensamientos, las emociones, las palabras, la música, una fotografía, un escrito influyen sobre la estructura molecular geométrica del agua de nuestro organismo. Imagina lo que ha pasado con el mar siendo el mayor cuerpo de agua del planeta. Hoy solo te expongo un poco de lo que, como seres humanos hemos descubierto en torno al agua, recuerda que la fe se sustenta en conocimiento y para generar conocimiento se requiere información. Haz lo posible no solo por cuidar de ella, si no por crear dentro de ti los mejores pensamientos, las mejores emociones, ser feliz con lo que tienes y aceptar tu entorno para el agua que hay dentro de ti se armonice, sería una buena forma de comenzar un cambio respecto al cuidado del agua, comenzando con la nuestra. 

Manipura

El día de hoy deseo platicarles sobre el Chakra Manipura, se dice que es el centro energético más grande, de donde se obtiene nuestra fuerza interior y nos ayuda a mantener nuestra voluntad hacia aquello que deseamos. También implica la aceptación de todas las decisiones que tomamos, hayan sido o no las mejores, porque el aprendizaje se encuentra en todo lo que hacemos. 

Siempre queremos ganar, queremos demostrar nuestra superioridad en lo que somos buenos pero olvidamos que en las derrotas se aprende más, hemos olvidado, a causa de dolores del pasado o inconformidades con nuestras decisiones, que cuando nos sentimos tristes, cuando perdemos algo o a alguien también aprendimos incluso más que cuando obtenemos aquello que deseamos.

 

Hablaré por mí. Avergonzado por las decisiones que no fueron lo que yo hubiera querido, hubo un tiempo en que preferí mantener mi orgullo antes de inclinar la cabeza y reconocer mi error, fue ahí donde poco a poco un recuerdo pudo castigarme al no enfrentar una derrota. Aprendí que el reconocimiento implica un cambio de conducta, confieso que es algo que me costó trabajo hacer y día a día he buscado ser una mejor persona de la que fui ayer. Se dice que es más sabio aquel que acepta sus límites que aquel que asume tener todas las respuestas, no quiero ser sabio, solo quiero ser feliz y descubrí que aprender algo nuevo cada día sobre mí me llena de felicidad, me considero un eterno aprendiz. 

En este punto en particular, es importante conservar y buscar el equilibrio ya que  un exceso de confianza puede llevarnos a creer que no necesitamos de nadie, puede generar exceso de autosuficiencia, autoexigencia y comenzar a subestimar las capacidades de las personas que nos rodean así como un exceso de orgullo que puede caer en la soberbia. Siempre es bueno reconocer que no tenemos todas las respuestas, eso ayudará a los demás a transmitirnos sus conocimientos y viceversa.

Está relacionada la ignorancia con la inseguridad, si no sabes no vales y si no vales no sirves, pero yo creo que se requiere suficiente valor para reconocer nuestro propio límite en conocimiento y permitir que otros nos enseñen. La sabiduría puede encontrarse en los lugares menos esperados; observando la naturaleza, escuchando a un niño, incluso en nuestra vida cotidiana, solo debemos prestar atención. De esta forma nuestro centro se fortalece, recordando que todos tenemos algo que ofrecer a los demás, que aquello que disfrutamos hacer también puede contribuir a mejorar nuestro entorno. Cuando hay un propósito colectivo en nuestras acciones parece que el mundo conspira para llevarlo a cabo. 

Hoy, si tus decisiones en el pasado o el presente se tornan difíciles, pregúntate si los resultados permitirán que tengas paz mental, una vida tranquila y en calma. Con el tiempo he aprendido que no puedo tenerlo todo, que las personas que amo no siempre pueden permanecer a mi lado y que eso no es malo, en ocasiones es necesario para poder crecer. 

Honor a quien honor merece

Todo parece indicar que este año serán vacunados todos los habitantes de la Ciudad de México. Se puede vislumbrar una nueva normalidad, salir de nuevo a las calles y reunirnos con nuestros seres queridos sin temor a un contagio reaviva nuestra esperanza. Solo quiero pedir que no olvidemos, no olvidemos a quienes estuvieron ahí, dando su vida, administrando y conteniendo la información. No, no me refiero al anciano que acompaña a nuestro presidente en las conferencias mañaneras, cuya labor confundió y dejó mucho que desear. Hablo del personal administrativo dentro de la Secretaría de Salud, desde directores, asesores, jefes, hasta médicos, enfermeras y enfermeros, pasantes, personal de limpieza y guardias en los hospitales.

Parece que olvidaron esa época cuando surgió el virus, donde a una persona con uniforme de enfermería la trataban peor que a alguien con peste; les gritaron, les prohibieron viajar en el transporte público y fueron humillados por personas que no poseían información suficiente sobre la pandemia. Confieso que al inicio no creí en el virus, pero en ningún momento agredí a otro ser humano por la profesión que había elegido. Estoy seguro que ninguna de las personas que pasaron alguna de las situaciones mencionadas esperaban que los demás los trataran así.

No tengo la estadística del personal médico que falleció a causa del virus intentando salvar vidas, haciendo su trabajo. Esas vidas deben ser honradas y recordadas con respeto y amor. Por favor no debemos olvidar que aún no termina, que aún debemos cuidar de los otros cuidándonos a nosotros mismos. Mejor aún, recordemos que el personal, todo el personal que trabaja en el sector de salud hace lo mejor posible para que sean atendidos la mayoría de los enfermos no solo por causa de la pandemia. 

La lección para mí en esta ocasión ha sido amar a mis seres queridos como si fuera el último día, cada día. Regalar sonrisas a las personas en mi entorno, reconocer que no tengo todas las respuestas y dejarme guiar, atender las recomendaciones de las personas que saben más que yo.

Durante el ciclo escolar 2019-2020 el número de aspirantes a ingresar a la licenciatura de médico cirujano en la UNAM fue de 31,821, la oferta para la carrera solo fue de 1,930 por lo que solo ingresó un aspirante de cada 12. La carrera en medicina es complicada y muy larga por naturaleza, el camino se complicó aún más el año pasado. Me siento en deuda con ellos, por más de una ocasión he estado en un hospital y en cada vez he tenido el mejor trato que pudiera recibir. Hoy a través de mis líneas quiero darles las gracias. Gracias a cada persona que ha participado en la contención de ésta pandemia en mi país, gracias por no rendirse cuando ni siquiera las personas a quienes intentaban salvar parecían merecerlo, gracias al personal administrativo que ha difundido y ha participado en la organización del sector de salud, su trabajo debe ser reconocido no sólo hoy, no sólo en momentos de crisis, para mí, su trabajo debe ser reconocido siempre. Porque las guardias y residencias en los hospitales no son sencillas, esto solo es un pequeño homenaje. Ciertas personas han tenido decisiones cuestionables, podríamos detenernos a enumerar las veces en las que se ha abusado de los recursos con fines egoístas y dejando de lado el propósito principal que es el bienestar de la mayoría. Pero recordemos que sólo podemos controlar lo que sale de nosotros y no podemos responder por los actos de un tercero, todo acto tiene una consecuencia y no seré yo quien dé una sentencia. Aquellos que nos hemos mantenido con vida debemos darnos cuenta de lo importante que es apoyarnos entre nosotros. El día de mañana si tienes la suerte de encontrarte con alguien con uniforme de enfermería o con un médico, te pido que desde tu corazón des las gracias a esa persona, no esperes a estar en una situación compleja donde en verdad dependas de alguno de ellos para decirlo. ¿Cuántas pandemias necesitamos para entenderlo? G R A C I A S.

Carta I

Hola mi corazón, ha pasado el tiempo, parece que la vida solo te mandó para cambiar mi mundo y marcharte. Aún no entiendo cómo es que en un periodo tan breve alguien puede amar tan intensamente. He querido darle un nombre a lo que siento por ti pero no lo encuentro, no hay forma en la que racionalmente una palabra pueda englobar mi sentir, lo que si puedo hacer es definirlo con detalle.

Cuando pienso en ti deseo que la vida y el universo te proteja, que mi ser pueda cubrirte con un manto invisible de compasión y esa compasión pueda recorrer tu ser. Lo extraño es que con este sentimiento se esfuman las ganas de poseerte y no es por falta de belleza si no porque con el tiempo he comprendido que el amor más intenso es el que explota desde el corazón y no solo desde el deseo. Aunque debo reconocer que aquellos días en los que compartimos nuestros cuerpos me engancharon tanto como un libro al que le han arrancado el final; hipnotizado por el contenido y con muchas ganas de más.

Cuando me he sentido solo o derrotado me ha bastado con recordarte, tu presencia alegraba mis días. Con verte se me reiniciaba la vida. Hasta el día de hoy me pasa lo mismo, me da gusto verte realizando lo que algún día me contaste que harías.  

Hubo un tiempo en que me frustré por no tenerte, por no hablarte, por no acariciarte, y entonces le pedí a mi Yo superior, aquel ser en mi interior que guía mis pasos y me cuida siempre, que si pensarte podía matarme, prefería olvidarte que pasar mi vida esperándote, esperando un tren que no volvería a pasar porque la ruta que recorría ya no pasa por mi hogar. Entonces tuve sueños donde nacieron más preguntas que respuestas. Pensé que eras un capricho en mi mente y decidí sacarte de ella, pero tú lugar estaba dentro de mi corazón, donde habitan mis personas favoritas, donde los amores del pasado viven en un eterno presente, donde no importa si nos alejamos o nos perdimos, porque ahí en el corazón solo habita el amor y la verdad, sin egos ni fantasmas, sin ataduras ni venganzas, solo amor, del que se siente cuando miras a alguien a los ojos y puede hacer que la paz te invada, que recuperes la fe y busques ser la mejor versión de ti, me di cuenta que las personas que cambian tu vida no desaparecen jamás, permanecen ahí, están para ti dentro de esa bomba que no deja de latir.

Cuando tuve mil excusas para hacer las cosas mal fuiste la única razón para retomar el camino del bien. Tu llegada iluminó mi vida y tu partida me dio un propósito. Me gustaría decirte que esto cambiará algún día, que te olvidaré y dejaré de soñarte, que mis pensamientos dejarán de ir a ti cuando me sienta triste, que encontraré tu calor en otra alma, pero no lo sé, no me interesa por ahora, no me quedan ganas de amar a otra mujer porque cuando el corazón elige ni siquiera los dioses pueden hacernos cambiar de parecer.

Para mí, la castidad no es la ausencia de sexo o la abstinencia de deseo carnal, para mí la castidad es cuando tu cuerpo y tu alma se encuentran en el mismo lugar y por ahora en mi caso ambos desean estar donde tú estás.